¿Cañitas comestibles? ¿De bambú? ¿De papel o reutilizables? Las cañitas de usar y tirar son cosa del pasado. Son contaminantes y, normalmente, no son biodegradables.
En este post
¿Qué pasa con las pajitas?
En este post Remorada lo explicó muy bien. Y es que las cañitas van camino de desaparecer gracias a la Normativa de Plásticos de Un Solo Uso.


Son innecesarias y generan un impacto negativo. Se estima que el 90% de las aves marinas, ballenas, delfines y algunas especies de tortugas han ingerido plástico (incluyendo pajitas).
Generan toxicidad y contaminación medioambiental y generan demanda de recursos no renovables.
Las alternativas

Es época de comer fuera de casa y cada vez tenemos más opciones para evitar usar cañitas de plástico o de papel.
Hay pajitas de bambú, silicona, cerámica, acero inoxidable, cristal, incluso comestibles.
Las pajitas de papel no son la solución


Pero, ¿son malas las de papel? Sí, son otro residuo que genera un alto impacto medioambiental. Y te guste o no, las cañitas de plástico tienen los días contados.
Requieren recursos y para su fabricación se necesita agua, energía y procesos industriales que generan emisiones y residuos tóxicos.
Son un desperdicio y no suelen ser recicladas.
Cañitas comestibles

Si tienes curiosidad, yo probé hace años las comestibles con un cóctel y son una experiencia a parte. ¿Las has probado?
Son pajitas fabricadas en base azúcar, aguantan un rato sin deshacerse en la bebida, al acabar se pueden comer o tirar al organido porque se va a descomponer.
Limpieza


Limpiar las cañitas es muy fácil. La mayoría de packs vienen con su cepillo. Y si no, cuestan unos pocos céntimos en las tiendas de menaje.
Se humedece con jabón, se limpia el interior y el exterior y se aclaran con agua.
¿Con qué cañitas te quedas?
empezamos con metal, pero ahora nos pasamos a las de vidrio, que si las llevas con cuidado no hay problema ^^